miércoles, 18 de enero de 2012

La Nueva Era que es?

Un poco de Historia de la Nueva Era
Los comienzos del fenómeno que conocemos como New Age, se pueden situar en la década de los 60 o 70 del siglo XX, en California, EE. UU.

Sin embargo, dos o tres décadas antes ya las logias masónicas de esta ciudad editaban un semanario con el título «Nueva Era». Pero no será sino después de la guerra del Vietnam cuando comenzará una fuerte difusión de las ideas de la Nueva Era, que cristalizaron y tuvieron resonancia en todos los movimientos sociales y de compromiso que se desarrollaron en la década de los 80 y que han llegado hasta nuestros días. Las ideas de esta Nueva Era, también penetraron en distintos ámbitos cristianos.

Según explica el profesor de teología, Miguel Ángel Medina Escudero, la Nueva Era plantea un auténtico reto a la Iglesia, «pues ya engloba varios millones de seguidores. Lo particularmente importante de este movimiento no es lo que dice, sino lo que deja por decir. Es como una nebulosa que todo lo va penetrando, a la que es muy difícil oponer una resistencia, ya que no se sabe exactamente qué es».
«Tiene algo de religión, de filosofía, de ciencia, cultura, arte, educación… pero no es nada de eso y lo es todo a la vez», indica.

«En ella confluyen corrientes y materiales tomados de la mitologías más dispares; doctrinas de ciencias ocultas y de las ciencias más modernas; creencias y técnicas heredadas de la magia más primitiva y actitudes religiosas recolectadas de las religiones más universales, doctrinas gnósticas, principios de astrología, prácticas espiritistas, conocimientos esotéricos, técnicas de meditación…», informa.

«Y la Iglesia debe tomarlo muy en serio –considera--, pues se está adentrando en la mentalidad de muchos cristianos, gracias a un sincretismo que no hace saltar las alarmas de la fe».

Según el profesor, la Nueva Era plantea «muchos» peligros a la fe cristiana. «Despersonaliza al Dios de la revelación cristiana; desfigura la persona de Jesucristo, desvirtuando su misión y ridiculiza su sacrificio redentor; niega el evento irrepetible de su Resurrección por la doctrina de la reencarnación; vacía de contenido los conceptos cristianos de la creación y de la salvación; rechaza la autoridad magisterial de la Iglesia y su forma institucional; relativiza el contenido original, único e históricamente fundado del Evangelio; deforma el lenguaje dando un nuevo sentido a términos bíblicos y cristianos; se apoya falsamente en los místicos cristianos y trastorna el sentido de sus escritos; descarta la responsabilidad moral de la persona humana y niega la existencia del pecado; diluye irremediablemente la práctica de la oración cristiana».

Por eso, considera que todas las precauciones que tome la Iglesia «serán pocas». «Lo más llamativo es la poca información que hay de este movimiento entre los católicos, y la escasa importancia que le otorgan los responsables de la Iglesia».

«Todos tenemos la obligación de informarnos y educarnos para comprender este fenómeno (que tiene puntos muy aceptables) y estar preparados para rechazar lo que es incompatible con nuestra fe», concluye el profesor.

El siguiente escrito presenta los argumentos a favor de la Nueva Era a los cuales luego respondo.
Kaled Yorde (proponente de la Nueva Era)
Publicado en el diario venezolano "La Verdad", Junio, 2001.
El proceso de evolución espiritual del hombre es indetenible y avanza lenta e imperceptiblemente, pero de manera sostenida, y a pesar de que pareciera que estuviéramos en un callejón sin salida. Son tiempos de sufrimiento y de deshumanización abrumadora los actuales, producto de una sociedad sin alma y de una ciencia que actúa sin conciencia.
Sin embargo, muchos han comenzado a caer en cuenta que la ciencia, la tecnología y un nivel de vida más alto para algunos, no producen necesariamente seres humanos más felices, ni hacen al mundo un lugar más agradable. ¿Razones? Muchas, pero la más importante es la ausencia de lo divino y lo esencial en el quehacer diario, es decir, la falta de Dios y de una vida divina genuina en el pensamiento, el sentir y las acciones del hombre. La consecuencia de esta reflexión genera como respuesta el nacimiento de un emergente movimiento espiritual mundial, espontáneo y transparente, que ha brotado de la luz interior de muchos hombres y mujeres, indistintamente del credo que profesen, nacionalidades, raña y condición social a las que pertenecen.
La Nueva Era representa el nacimiento de una nueva conciencia, una especie de apertura mental de tolerancia, fraternidad, reconciliación y una nueva manera de ver y de vivir la vida. La visión más nítida a la idea de lo que es la Nueva Era, la tiene uno de los ideadores del movimiento, David Spangler: "El nacimiento de una nueva conciencia y la percepción de la vida cotidiana como algo sacramental, como una búsqueda religiosa, intelectual, artística, afectiva y física de la experiencia sagrada que debería latir en el corazón de la nueva cultura holística que comienza a emerger y que habría de proporcionarnos un nuevo estilo de vida y una visión diferente del universo".
La Nueva Era es un movimiento de crecimiento natural interior del hombre, producto del proceso de evolución espiritual que jamás se detiene, como ya se señaló. Carece de jerarquía, de dirigencia, de sumos sacerdotes, organización, etc., y lo que es más importante, de dogmas de fe. No se trata de una nueva religión que viene a sustituir a las viejas, sino el desiderátum de todas las religiones, con un objetivo claro: el fomento de la fraternidad universal fundamentada en que todos los seres vivos y el cosmos entero son criaturas de Dios, por lo que no puede haber en el proceso del vivir nada diferente a unión y solidaridad entre los hombres, bajo una única consigna: la del amor por todos y para con todos.
En el núcleo del pensamiento de la Nueva Era reside la idea de que los seres humanos poseen muchos niveles de conciencia dentro de los cuales podemos perfectamente trabajar, sin quedar reducidos exclusivamente al nivel más inferior de todos, como es la vida material con sus apegos, confrontaciones, egoísmos, sectarismos, odio y violencia, temores y ansiedades.
La Nueva Era constituye una cultura emergente que enseña al hombre a conocerse a sí mismo como hijo de Dios que es. Promueve esta idea la unión fraternal de todos los hombres, así como también el cultivo del amor por la naturaleza y hacia todas las criaturas vivientes, además de la práctica de los valores humanos y del bien, que conducen indefectiblemente a las correctas relaciones humanas. En otras palabras, las enseñanzas verdaderas de Jesús de Nazaret.
El New Age, podado de algunos excesos y desviaciones producto de la mercantilización de estos tiempos, unificará todos los aspectos de la única verdad, admitiendo en su seno un sano sincretismo religioso. Este tendrá que ver con la promoción de la salud, la dieta, medicina natural, la práctica del yoga y la meditación, la creencia en la reencarnación como una verdad absoluta que los cultos oficiales deliberadamente ocultaron a los fieles, bajo un único credo: La Religión Universal del Amor y la Buena Voluntad. ¿Qué representa esto? Nada menos que el camino de la cristificación del hombre, quien se moverá con un nuevo grado de ampliación de conciencia.
La apertura mental y concienciar de la Nueva Era conducirá a la autorrealización espiritual, estando el hombre consciente de que como hijo de Dios que es, debe siempre actuar como un ser divino en su trato con los demás. Es lo que Pablo el apóstol quería significar cuando señalaba que era necesario crucificar al hombre viejo que llevamos dentro, para darle nacimiento al hombre nuevo.
Lamentablemente, tal como ocurre en todo, el movimiento de la Nueva Era ha sido penetrado por intereses materialistas y por ello existen en su seno charlatanes y aprovechadores que comercializan productos para la supuesta transformación del hombre, la curación de las enfermedades, la buena estrella, etc. Esas cosas nada tienen que ver con la Nueva Era. El New Age no desdibuja para nada a Dios ni a Jesús; mucho menos desecha las enseñanzas espirituales que los grandes maestros han traído a la humanidad; todo lo contrario, las reafirman, afianzan y remarcan hondamente en el corazón de cada hombre, puesto que su filosofía básica no es otra que la práctica del amor incondicional y el bien hacia todo y todos.
Esta meta de la autorrealización del hombre y su cristificación, será alcanzada sin la intermediación de ninguna de las organizaciones religiosas existentes, las cuales volverán a ser lo que en el principio fueron: simples sitios o asambleas de fieles en donde la gente se reúna para orar. Como se puede apreciar, esta última idea no es agradable a los hombres religiosos sectarios y por ello atacan acérrimamente a los movimientos de la Nueva Era, por constituirse en una grave amenaza a la pretensión autoritaria y el control que se adjudican las organizaciones religiosas sobre las almas de los hombres y su salvación.
¿Cómo ha sido el proceso de penetración del New Age? -Del libro "Síntesis del Movimiento de la Nueva Era" de Eileen McGarrity.

1a. Etapa: Iglesia NO - Cristo SI: Etapa de penetración de las sectas de origen cristiano y en nuestros países, etapa de descrédito de la Iglesia y de los sacerdotes: "Yo creo en Cristo, pero no en los curas", fue un comentario que comentó a difundirse y a oírse entonces, convirtiéndose casi en "slogan".
2a. Etapa: Cristo NO - Dios Sí: Etapa de invasión de la religiosidad oriental y de los gurúes orientales hacia el occidente cristiano.
3a. Etapa: Dios NO - Religión SI: Etapa en que asuntos seculares se convierten en cuasi-religiosos. En
política, el Marxismo; en la ciencia, el Freudismo y el comienzo de los movimientos del "desarrollo del potencial ilimitado del ser humano".
4a. Etapa: Religión NO - Sacralidad SI: Etapa de promoción de creencias y prácticas del ocultismo que
se promueven como sagradas: es ya la Etapa de la Nueva Era.
Este ha sido un proceso de penetración inadvertido y solapado, lento y paulatino, pero efectivo y certero. Han sido fases de alejamiento de la verdad que se han ido sucediendo una tras otra en todo el mundo.

Análisis sobre la Nueva Era.

Aprovecho el artículo de arriba para analizar a la Nueva Era.
La Nueva Era pretende tener "un objetivo claro": Un mundo nuevo caracterizado por la unidad, la fraternidad y el amor.  
¿Pero qué hay detrás de las bellas palabras que utiliza la Nueva Era?
La Nueva Era habla de Dios pero ¿de qué Dios?
"Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia de Cristo, os paséis tan pronto a otro evangelio"  Gálatas 1,6

Los adeptos de la nueva era se lamentan de la carencia de Dios en el ambiente y pretenden ser la vanguardia de un resurgir espiritual, pero su concepto de Dios es muy distante del Dios de Abraham, Isaac y Jacob; del Dios que Jesús nos reveló como Padre. El dios de la Nueva Era no es el Dios trascendente, sobrenatural, que interviene en la historia, que nos ama, que establece una alianza con Sus Mandamientos. El dios de la Nueva Era no es más que la "energía interior" de cada persona. El hombre no es movido por la gracia de Dios sino por un "crecimiento natural interior del hombre, producto del proceso de evolución espiritual que jamás se detiene" (citamos el artículo de arriba). Se trata entonces de un dios impersonal. Conectarnos con el dios de la Nueva Era es conectarnos con nuestro propio ego. Según el llenguaje de nueva era: "El advenimiento de la nueva era, nos plantea el desafío de conectarnos con nuestro yo interior". Solo nuestro ego es capaz, según este pensamiento, de "enfrentar la paradoja de los tiempos modernos, donde la ciencia y la tecnología no han dado solución a los problemas fundamentales del Hombre"

La nueva era pretende reconciliar lo que es contradictorio: El Dios Personal, Todopoderoso (cristianismo) y el "dios energía" que se confunde con la materia (panteísmo). También invocan a muchos dioses. Un ejemplo de ello: El IX Encuentro Feminista en Playa Tambor, Costa Rica, 2-XII-02. El parte dado por las femenistas relata la noche de apertura: "Invocando a las diosas ancestrales, las mujeres, conducidas por las "chamanas" de la Cueva Holística se entregaron a la noche, en un ambiente de profunda reflexión y espiritualidad. Con maracas, velas e incienso, el ritual de inauguración incluyó a las mujeres negras, aztecas, mayas, incas, caribeñas, blancas, entre otras, ubicadas en los cuatro puntos cardinales y haciendo referencia a los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego."
La nueva era es una religión hecha al gusto del consumidor. 
"no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error"  Efesios 4,14
Mezcla los elementos religiosos que el hombre considera atractivos para satisfacer su necesidad espiritual, es decir para "sentirse bien" sin necesidad de someterse a la voluntad de un Dios que exige morirse a sí mismo y seguir tras de Él con la cruz. La Nueva Era es más emotiva que doctrinal.
Un anuncio de libros de la Nueva Era ofrece el "correcto manejo de los conocimientos ancestrales como el yoga, el feng shui, la meditación, le permitirá controlar y equilibrar sus energías, y desarrollar sus potencialidades latentes". Pero, ¿Cual es la fuente de estos conocimientos y quien decide lo que es su "correcto manejo"?. 
Mientras la nueva era dice que no necesita Iglesia, la verdad es que Jesús personalmente la instituyó con jerarquía y autoridad:
Jesús le dice a Simón: "Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedara desatado en los cielos" (Mt 16, 18-19) Mas sobre los fundamentos de la Iglesia >>>
En la Nueva Era cada cual toma lo que le gusta de cada religión y lo acomoda para crearse su dios y su religión. En este mundo abundan las medias verdades. Es verdad, por ejemplo, que Dios nos "entiende" y nos "acepta como somos". Pero, a diferencia del verdadero Dios, el dios de la Nueva Era no exige conversión. Se justifica cualquier pecado y este sigue esclavizando al hombre. Es un "dios" que no se compromete con nosotros ni espera de nosotros ningún compromiso. Ese dios es muy diferente del que nos reveló Jesucristo muriendo por nosotros en la cruz.
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. - Mateo 16,24
El hombre se pone en lugar de Dios.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. - Juan 3,16
La Nueva Era es una religión diseñada a la medida del hombre moderno que se ha hecho el mismo su propio dios. Por esa razón invita a cada persona a escoger de cada religión según su gusto. Se han hecho más sabios que Cristo. Ahora cada hombre es su propio camino, su verdad y su vida. El mismo se absuelve, el mismo se salva. El crecimiento espiritual se reduce a una técnica personal con pretensiones de endiosamiento:
"en el núcleo del pensamiento de la Nueva Era reside la idea de que los seres humanos poseen muchos niveles de conciencia dentro de los cuales podemos perfectamente trabajar, sin quedar reducidos exclusivamente al nivel más inferior de todos, como es la vida material con sus apegos, confrontaciones, egoísmos, sectarismos, odio y violencia, temores y ansiedades."
Según la Nueva Era (artículo de arriba):
La "autorrealización del hombre y su cristificación, será alcanzada sin la intermediación de ninguna de las organizaciones religiosas existentes".
El hombre de la Nueva Era se "cristifica" a si mismo, no necesita de Cristo. Queda entonces claro que Cristo para ellos no es el Salvador del mundo, sino tan solo un ejemplo de lo que el hombre puede lograr por si mismo.
La Nueva Era cita a Jesús, pretende reconocerlo, pero manipula sus enseñanzas y lo contradice esencialmente. 
En la Nueva Era Jesús queda reducido a un maestro obsoleto de una vieja religión supuestamente superada.  ¡El hombre cree haber superado a Jesucristo! Ahora se cree capaz por sí mismo de la "autorrealización espiritual" y de entrar en la "cultura holística" (nombre sofisticado para la mescolanza de ideas de diferentes religiones que se propone).  Nada nuevo, en realidad. Es la antigua arrogancia de lucifer y del gnosticismo.
La Nueva Era es particularmente alérgica a cualquier dogma o estructura.
La Nueva Era, según nos dice el artículo de arriba:”Carece de jerarquía, de dirigencia, de sumos sacerdotes, organización, etc., y lo que es más importante, de dogmas de fe".  Esta es una clave importante para comprender el grave error que es la Nueva Era. Es algo emotivo pero carente de doctrina.
El amor auténtico conlleva orden y compromiso en torno a la verdad. En el principio Dios puso orden en el caos. Igual ocurre espiritualmente. Los cristianos buscan liberarse de la opresión y del caos del mundo pero se someten por amor al orden de Dios obedeciéndole en todo.
Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado". -Juan 14,23-24
Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo. - I Pedro 2, 4-5
La ausencia de dogmas, de jerarquía, de organiñación y de sacerdocio puede ser muy atractiva al hombre moderno, pero refleja que no hay en la Nueva Era ninguna verdad fundamental (dogma) y ninguna forma constructiva de vida (organización)
Los Dogmas
En la Nueva Era, al no haber revelación, no puede haber dogmas, (verdades absolutas comunicadas por Dios). No hay tampoco estructuras ni jerarquías que ordenen la vida en relación con un Dios supremo y con los hombres. 
Muy diferente es el Dios de los judíos y de los cristianos. Es un Dios que se da a conocer, se revela. Por eso ambas religiones se fundamentan en dogmas. La palabra dogma tiene tres significados según el diccionario de la lengua española:
1. Proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia.
2. Doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por la Iglesia.
3. Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión.
Estas doctrinas revelan el amor de Dios manifestado en Jesús y contienen mandamientos prácticos que nos ordenan en una forma de vida. Los cristianos se someten a las verdades que Dios revela. Hay por consecuencia una jerarquía de verdades que ordenan a la Iglesia y a la sociedad según los mandatos divinos, todo sometido a Dios como a la cabeza.
Mientras el amor une al amado y ordena todo hacia El. La Nueva Era busca liberarse de Dios y del orden que El ha establecido. La Nueva Era anuncia la "liberación" del hombre de todo orden espiritual. Ya no se obedece a Dios sino que el hombre se hace el mismo dios. En realidad, la Nueva Era no es nada nuevo: es la misma tentación del principio: "Seréis como dioses".  Aquí se delata quien está detrás de esta honda espiritualista llamada Nueva Era.
¿Con que remplaza la nueva era a las doctrinas de la fe cristiana?
La nueva era no se preocupa de trazar un proceso razonable para buscar la verdad y el desarrollo del hombre. Pretende más bien lograr resultados extraordinarios como por arte de magia. Volvemos al artículo de arriba:
"La Nueva Era representa el nacimiento de una nueva conciencia, una especie de apertura mental de tolerancia, fraternidad, reconciliación y una nueva manera de ver y de vivir la vida."
¿Que pueden significar estas palabras tan atractivas en el mundo de la Nueva Era?
Tolerancia: Los adeptos a la nueva era exigen que haya tolerancia ante todo comportamiento porque para ellos no hay referencia objetiva sobre el bien y el mal.  Pero saben ser intolerantes contra quienes se adhieren a los principios de moral.
Reconciliación: Para el cristiano la reconciliación es la unión en Cristo de las partes que antes estaban separadas (Ej: el hijo pródigo). Esto requiere que ambas partes cedan, que haya reconocimiento de la necesidad de conversión y se mueven hacia la verdad objetiva. Pero la Nueva Era no admite la existencia de verdades universales que puedan unir a los hombres. Cada uno tiene su verdad. Por lo tanto la nueva era no es propicia para la reconciliación. Lo más que puede aspirar es a un egoísmo compartido.
Una religión hecha por los hombres en la que se pretende unificar a todas las religiones. 
De una manera meramente humana los proponentes de la Nueva Era pretenden hacer una síntesis de todas las religiones escogiendo de cada una lo que les parezca mejor: 
Este (sincretismo) tendrá que ver con la promoción de la salud, la dieta, medicina natural, la práctica del yoga y la meditación, la creencia en la reencarnación como una verdad absoluta que los cultos oficiales deliberadamente ocultaron a los fieles, bajo un único credo: La Religión Universal del Amor y la Buena Voluntad.
No se trata de una nueva religión que viene a sustituir a las viejas, sino el desiderátum de todas las religiones.
En la Nueva Era el hombre mismo establece sus propias "verdades" y sus propios medios para auto-realizarse.  Pero, habiendo tantos hombres, cada uno haciendo su propio "desiderátum" tendremos que preguntarles como llegarán a la unidad tan querida.
En realidad, la unidad no se logra inventando una religión sino solo obedeciendo a Dios quien a través de los siglos se ha revelado hasta llegar a la plenitud de los tiempos en que nos envió a Su Hijo. Solo Cristo nos puede unir en la verdad. El es la plenitud de la verdad que se ha revelado definitivamente. Cristo ya fundó su Iglesia hace casi 2000 años.
La Nueva Era no es nada nuevo. Desde el principio han existido similares imposturas religiosas que han querido suplantar a Cristo y a Su Iglesia. Al comienzo del nuevo milenio no es de extrañar que el príncipe de las tinieblas prepare un plan para robar la nueva era que comienza.
Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra develará el "Misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne
Para todo creyente con un poco de formación debe ser evidente que la Nueva Era es una religión radicalmente incompatible con el cristianismo, una impostura religiosa. Su amenaza debe animarnos a renovar nuestra fe en Cristo Jesús y dedicarnos a la nueva evangelización del mundo.
Se puede decir de la Nueva Era lo que ya se ha dicho del marxismo: "Todo lo bueno que tiene no es nuevo y todo lo nuevo que tiene no es bueno".

OTROS EJEMPLOS DE LA NUEVA ERA
Por e-mail hemos recibido la siguiente "profesión de fe" que describe muy bien al dios de la Nueva Era:
Esta es mi idea de Dios:
Dios hombre, mujer.
Dios con la capacidad de entender y perdonar toda desviación humana.
Dios es animal, vegetal, mineral.  Dios interconectado con toda la vida que palpita en el planeta.
Dios juego, Dios canto y alabanza.  Dios festivo y risueño.
Dios con tendencia a ver la vida con la tranquilidad e inocencia de los niños.
Dios presente o ausente en las acciones humanas.
Dios equilibrio, estrella y universo.
Creo en un Dios sin sexo, ni edad, ni condición social o raña.
Creo en un Dios más allá de toda iglesia porque su amor es poco abarcable por los hombres actuales.
Creo en el Dios pintor, escultor, poeta, capaz de crear todas las maravillas del entorno.
Creo en un Dios comprensivo, que ama hasta el punto de dejarnos errar a lo largo de la vida.
Creo en un Dios que sonríe ante conceptos como cielo, infierno y purgatorio.
No creo en un Dios limitado a un solo espacio-tiempo.
Creo en un Dios sol, dios luna, Dios pacha mama, Deméter, gea...etc.
Creo en un Dios sentimental, sensible y sabio como lo fue Jesús... uno de sus tantos enviados.
Creo que cada ser vivo en el planeta tiene en su alma una chispa divina, trocitos del gran padre-madre... dados por amor.
Este es uno de los muchísimos credos de la Nueva Era
El término nueva era o new age —utilizado durante la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI— se refiere a la Era de Acuario y nace de la creencia astrológica de que el Sol pasa un período (era) por cada uno de los signos del zodíaco. No hay un acuerdo acerca de la duración de cada era, aunque según algunos astrólogos, el cambio sería alrededor del siglo XXVII y para otros ocurrió exactamente el 4 de febrero de 1962. En este caso el sol saldría de Piscis para entrar en Acuario. Para las personas que creen que la astrología tiene una base real y la llegada de cada una de estas eras está marcado por cambios sociopolíticos importantes.
Según esta creencia, la Era de Acuario marcaría un cambio en la conciencia del ser humano, que ya estaría empezando a notarse y que llevaría asociado un tiempo de prosperidad, paz y abundancia. Es por esta razón que una variedad de corrientes filosóficas y espirituales más nuevas o más antiguas relacionadas con estas ideas, son asociadas a la Nueva Era. Los expertos en estudios de religiones en su mayoría teólogos y desde el punto de vista antropológico la definen como un movimiento, que al no estar definido como religión o secta es imposible entenderlo porque su primera regla es incorporar de todas las religiones y filosofías elementos (ideas) convenientes para vivir en el mundo felizmente sin estar preocupados de que sea verdad o mentira las ideas escogidas para formar este movimiento Nueva Era, porque creen en realidad que saber una verdad absoluta es imposible; lo más cercano como definición para este movimiento es el monismo con todo todavía no queda definido. Esto a menudo lleva a un sistema de creencias no unificado, un agregado de creencias y de prácticas (sincretismo), a veces mutuamente contradictorias. Las ideas reformuladas por sus partidarios suelen relacionarse con la exploración espiritual, la medicina holística y el misticismo. También se incluyen perspectivas generales en historia, religión, espiritualidad, medicina, estilos de vida y música.
Algunas de estas creencias son reinterpretaciones de mitos y religiones previos, aunque sin ser consistentes con ninguna de ellas; habiendo así individuos que emplean una aproximación de "hágalo-usted-mismo", otros grupos con sistemas de creencias establecidas que recopilan religiones, y aun otros sistemas de creencias fijos, como los clubs u organizaciones fraternales. Por ejemplo, pueden compatibilizar el dogma cristiano de la divinidad de Jesucristo con el karma como mecanismo de justicia, y a la vez negar la existencia del infierno. Es frecuente que los conjuntos de creencias así adoptados rechacen los aspectos más negativos de las mitologías o religiones en que se basan, adoptando los más agradables.
Algunos individuos cuyas creencias pueden ser catalogadas como de Nueva Era (incluyendo a los neopaganos) pueden sentir que la etiqueta es inapropiada debido a que puede ligarlos con otros credos y prácticas. Debido a la variedad de creencias a la carta, cualquier categoría coherente puede parecer restrictiva o incompleta.

Contenido
   

Historia
Algunos seguidores de la Nueva Era afirman que sus creencias derivan tanto de tradiciones religiosas y filosóficas judeocristianas o de Oriente Medio, como el ocultismo, y otras orientales, como el hinduismo y el budismo. La mayoría de los fenómenos mencionados en el epígrafe Temas Relacionados pueden rastrearse en prácticas menos comunes en Europa y Norteamérica durante las últimas centurias. Por ejemplo, la Sociedad Teosófica de mediados del siglo XIX, o la obra de Alice Bailey, exponían principios que pueden considerarse como precedentes de algunas de las ideas actuales de la Nueva Era:
•    Aproximaciones gnósticas a las materias espirituales.
•    lecturas espirituales - canalización moderna.
•    Clarividencia y televidencia moderna.
•    Mesmerismo
•    Creencia en poderes curativos de ciertos metales y cristales.
•    Utilización de la oración y la meditación como caminos hacia la iluminación.
•    Yoga
A lo largo del tiempo ha cambiado el grado de aceptación en la sociedad de estos credos y prácticas.
En sus inicios, el movimiento de la Nueva Era emergió como una coalición desorganizada, resultado del movimiento contracultural antibélico de los años sesenta en Estados Unidos y Europa y la espiritualidad hippie. En consonancia con el estilo alternativo de vida de los sesenta, los partidarios de la Nueva Era se sentían insatisfechos con las normas y creencias occidentales mayoritarias y ofrecieron nuevas interpretaciones de la ciencia, la historia y la religión judeo-cristiana.
Su vinculación con la rebelión juvenil puede ayudar a entender el enfoque de la Nueva Era, que enfatiza la elección individual en los asuntos religiosos; el papel de la intuición y la experiencia personal sobre la opinión de los expertos sancionada socialmente; y una definición de la realidad experimental, más que primariamente empírica.
Filosofía
Muchos recurren a las metáforas para describir experiencias que ellos perciben como inexpresables de otra forma. Los partidarios de la Nueva Era tienden a redefinir el vocabulario prestado por varios sistemas de creencias, lo que produce "energía", "campos de energía", y varios términos tomados de la física cuántica y la psicología, han situado con frecuencia a la Nueva Era en el terreno de las pseudociencias.
Como los movimientos ocultistas de siglos pasados, muchos grupos que se identifican con los postulados de la Nueva Era tienden a utilizar una jerga particular, que resulta críptica a quienes no conocen la doctrina. El significado de un término en el ámbito de la Nueva Era suele diferir bastante del uso común, y se describe frecuentemente como intencionadamente inaccesible. El lenguaje puede servir para escuchar que no se debe dar información en exceso al que presumiblemente no la entendería. Como ya se ha comentado antes, este comportamiento no es intrínseco de la filosofía básica de la Nueva Era.
Otros opinan que aunque en el pasado pudo haber necesidad de vocabulario intencionadamente inaccesible y secretismo por las persecuciones, inquisición, etc. actualmente, debido a la libertad de expresión, los conocimientos están accesibles a todos, seguidores o no, de cada movimiento, ideología o corriente. Por ejemplo, técnicas de yoga que fueron secretas o confidenciales durante milenios aparecen ahora descritas en numerosos libros escritos por yogis y no yogis, y naturalmente en Internet.
Entre la variedad de credos y prácticas, ciertos modos de pensamiento son recurrentes:
•    La primacía de la experiencia subjetiva. De acuerdo con sus raíces de fenómeno contracultural y su naturaleza sincrética, los seguidores de la Nueva Era pretenden buscar una aproximación relativista a la verdad, refiriéndose frecuentemente a la declaración védica de "una verdad, pero muchos caminos" que también se encuentra en la afirmación espiritual del budismo zen de "muchos caminos, una montaña". Esta creencia no es sólo una aseveración de "elección" personal en los asuntos religiosos, sino también una aseveración de que la verdad misma se define por el individuo y su experiencia de ella.
Este relativismo no es meramente un relativismo espiritual, sino que también se extiende a las teorías físicas. La realidad es considerada de un modo experimental y subjetivo. No se pretende que muchos fenómenos sean repetibles en el sentido científico, ya que se presume que son aparentes sólo para la mente receptora; por ejemplo, se afirma que una mente escéptica no puede lograr la telepatía, ya que está condicionada para cerrarse en banda al fenómeno. Éste es otro punto de crítica al New Age: su incapacidad para producir resultados falsables, a pesar de hacer afirmaciones que intersecan en el campo de la ciencia y no solamente de la espiritualidad.
•    Rechazo del cientifismo o ciencia "ortodoxa": Existe una visión típica basada en el misticismo (más que en la teoría y la experiencia) para describir y controlar el mundo externo. Por ejemplo, se cree que la lectura del Tarot funciona "debido" al principio de interconectividad, en vez de ver el éxito (o fracaso) de dicha lectura como una evidencia del principio de la interconectividad. Las diversas teorías vitalistas de la salud y la enfermedad que sostienen los partidarios de la Nueva Era constituyen otros tantos ejemplos.
A diferencia del método científico, la falta de resultados de algunas prácticas para lograr la respuesta esperada no se considera como un fracaso de la teoría subyacente, sino que se atribuye a la interferencia de factores sutiles, difíciles de tener en cuenta y que aún se desconocen.
En este contexto de relativismo, se pueden encontrar varios conceptos comunes:
•    Fuerzas. Se afirma comúnmente que existen "fuerzas" o agentes sutiles, capaces de interaccionar y producir cambios sobre el mundo espiritual (en las emociones por ejemplo) y el mundo físico (haciendo que cosas "sucedan"). Estas fuerzas serían agentes de cambio de la naturaleza, pero desconocidas por la ciencia; y se mantiene que operan siguiendo reglas como las fuerzas físicas. El concepto puede equipararse al tradicional de magia.
•    Poder. Si las "fuerzas" son agentes de cambio, el poder sería la acumulación de dichas "fuerzas" o la capacidad de producir cambios por medios paranormales, usualmente se le considera concentrado en un objeto, lugar o persona. Muchos creen transferible este "poder" mediante el contacto físico o la mera proximidad con "fuentes de poder". Algunos creen que puede acumularse o agotarse en una persona u objeto mediante una variedad de mecanismos, así como el modo de vida y la proclividad a prácticas esotéricas que "gastan" o "recuperan" el poder. Se sostiene que este poder es observable por ciertos individuos dotados en forma de auras o energía; y cuando se encuentra en gran concentración, hay quienes creen que puede ser peligroso.
•    Espíritu: la creencia en una entidad sutil y trascendente en los seres conscientes de sí, es compartida en todas las vertientes de la New Age.
•    Un cosmos interconectado. La idea de que los entes están unidos a un nivel fundamental, y que tal unión se manifiesta en ocasiones bajo la forma de sincronismos o milagros, es también recurrente.
De forma adicional, muchas prácticas y creencias del ámbito de la Nueva Era recurren a lo que puede ser calificado de pensamiento "mágico", tal como lo define Frazer en su monumental obra The Golden Bough (La rama dorada). Ejemplos comunes son el principio de que los objetos una vez que entran en contacto, mantienen un enlace práctico, o que los objetos que tienen propiedades similares ejercen efectos unos sobre otros.
Religión
De acuerdo con su relativismo, los seguidores de la Nueva Era creen que no contradicen los sistemas de creencias tradicionales, sino que completan las verdades últimas contenidas en ellos, separando estas verdades de la falsa tradición y el dogma. De otro lado, los miembros de otras religiones suelen señalar que el movimiento de la Nueva Era comprende mal estos conceptos religiosos, y que sus intentos de sincretismo religioso son vagos y contradictorios, punto en el cual están de acuerdo los escépticos y ateos, quienes sugieren que toda religión es la malinterpretación que el hombre da a causas naturales, agregándole elementos sobrenaturales de su propia superstición, y en el caso del New Age, esta corriente intenta validar toda clase de creencia paranormal sin tener en cuenta los orígenes de dichas creencias, incluso cuando muchas se contradicen entre sí.
El cristianismo formal previene a sus adeptos contra la nueva era por considerarla una trampa del mal para derrotar la fe, dado que ésta corriente mezcla ideas de diferentes creencias como el hinduismo (reencarnación, energías, karma, darma), algo de budismo (tan tras, mantras), naturismo indígena, supersticiones egipcias y la santidad cristiana. El peligro se plantea desde la confusión (lo cual es antónimo de fe) que genera, por ejemplo, entre espiritualismo o influencias energéticas, resurrección o reencarnación, amor o valores metafísicos. La nueva era es practicada por adivinos y espiritistas quienes cultivan sus creencias a partir del esoterismo.
Espiritualidad
Muchos individuos son responsables de la reciente popularidad de la espiritualidad de la Nueva Era, especialmente en EE. UU. James Redfield, autor de The Celestine Prophecy (Las nueve revelaciones) y otros libros afines a la Nueva Era presentan un sistema de vida abierto, basado en el espíritu y derivado de su propia filosofía macrocósmica referente al estado de la evolución de la conciencia de la humanidad. Marianne Williamson escribió su A Return to Love cuando terminó de trabajar personalmente sobre Un curso de milagros. La espiritualidad de la Nueva Era coexiste y se correlaciona con el cambio de paradigma fundamental de cada individuo.
La aproximación gnóstica de la mirada interior experimental y la revelación de la verdad puede estar cercana a las metodologías de la oración y la espiritualidad que utilizan los seguidores de la Nueva Era. Debido a la naturaleza personal individualista de la verdad revelada, algunos autores críticos identifican la Nueva Era como un movimiento emparentado con la antigua gnosis con elementos de eclecticismo moderno. En Experiential Spirituality and Contemporary Gnosis Diane Brandon escribe:
Y este énfasis en la espiritualidad y la conciencia refleja un reconocimiento de que somos, en esencia, seres espirituales -y seres de energía pura, ya que la conciencia es una forma de energía- aunque creamos estar "en el cuerpo"
Somos seres espirituales que tienen una experiencia humana.
Neale Donald Walsch
Nuestros cuerpos están contenidos dentro de nuestra conciencia, y no nuestra conciencia está contenida dentro de nuestro cuerpo
Deepak Chopra
Muchos han teorizado que el interés actual en la espiritualidad y la metafísica puede ser en parte visto como una reacción contra el racionalismo y el excesivo énfasis sobre lo estrictamente material y empírico: hay un deseo de trascendencia espiritual, en vez de sentirse atascado en una inmersión estricta en lo físico. Por ejemplo, tras un par de siglos de énfasis en lo empíricamente probable y concreto, existe un deseo por lo espiritual como antídoto o antítesis.
Sorprende, pues, que los partidarios de la Nueva Era deseen experimentar su espiritualidad, de forma que puedan sentirla, más que simplemente pensar en ella, y que quieran tener cierto control sobre su práctica o manifestación, más que ir estrictamente a través de un intermediario externo. Este cambio a un sentimiento de control sobre la propia expresión espiritual también refleja la tendencia hacia la responsabilidad personal, así como el fortalecimiento personal.
Medicina
Muchas personas han adoptados métodos alternativos de medicina que incorporan creencias de la Nueva Era. Algunas de dichas técnicas son la medicina herbolaria, ayurveda, acupuntura, iridología, Reiki y el uso de cristales en terapia curativa. Los usuarios de estas técnicas las encuentran provechosas en el tratamiento de las enfermedades; al menos aumenta su implicación personal en su propio tratamiento. Algunos confían exclusivamente en los tratamientos de la Nueva Era, mientras que otros los utilizan conjuntamente con medicina convencional, considerándolos complementarios.
Se debe observar que, cuando se consideran "puramente" como técnicas médicas, la mayoría de estos sistemas de tratamiento son vistos con extremo escepticismo en los círculos científicos. Cuando se prueban utilizando los mismos regímenes que se aplican a la medicina parafarmaceútica y las técnicas quirúrgicas (por ejemplo, estudios clínicos doble ciego), estos sistemas típicamente no ofrecen mejoras demostrables sobre el uso de placebos, y pueden incluso producir daño en muchos casos.
Sin embargo, una ventaja de la popularidad de la medicina alternativa, y su crítica de la medicina oficial, ha sido la de animar a muchos profesionales de la salud a prestar mayor atención a las necesidades del paciente completo más que sólo a su enfermedad específica [1]. Este enfoque, llamado "medicina holística", actualmente se ha difundido mucho. La medicina convencional ha reconocido que el estado mental del paciente es decisivo en la determinación del resultado de muchas enfermedades, y esta percepción ha ayudado a modificar los papeles de doctor y paciente, volviéndolos más igualitarios.
Si bien es muy útil un concepto más amplio de la salud del paciente, esto requiere de la comunicación entre el paciente y el doctor. Confiar exclusivamente en los tratamientos de la Nueva Era conlleva el riesgo de descuidar un padecimiento tratable hasta que sea demasiado tarde. Los pacientes que usan hierbas y otros enfoques alternativos necesitan estar seguros de que su médico está enterado de lo que están haciendo. Los remedios herbolarios pueden interaccionar en gran variedad de maneras con las medicinas de receta o enmascarar síntomas de la enfermedad padecida.
Los críticos de la medicina de la Nueva Era destacan que, por no haber procedimiento de comprobación, no existe manera de separar las técnicas, hierbas medicinales y los cambios en el estilo de vida que contribuyen al incremento de la salud de aquellos otros que no tienen efectos, o que son peligrosos para la salud. Incluso las técnicas aparentemente "inocentes" como el tocamiento terapéutico pueden causar daños diversos (véase Therapeutic Touch: What Could Be the Harm?, The Scientific Review of Alternative Medicine). Con todo, algunos hospitales, como el Hospital Sta. María en Ámsterdam, Nueva York, ofrece a sus pacientes el tocamiento curativo o terapéutico, que complementa la medicina convencional (véase St. Mary's Center for Complementary Therapies).
Ha ocurrido cierto movimiento en esta dirección; p.e., hay un estudio de prueba significativo en San Francisco sobre el cáncer de pecho en las mujeres http://www.ucsfbreastcarecenter.org/compmedicine.html], [2]. El Dr. Yeshe Donden, que fuera médico del Dalai Lama, prescribió hierbas tibetanas para tratamientos en un ensayo doble ciego. La fase I del ensayo, con 11 pacientes, finalizó en noviembre del 2000. El 13 de marzo de 2002, Debu Tripathy, M.D., director del programa CAM en el Centro de Cuidados del Pecho de UCSF, comentó lo siguiente sobre los hallazgos del estudio en el foro de investigación del cáncer de pecho:
La FDA aprobaría sólo 7 fórmulas. Nosotros sólo enrolamos 11 pacientes de 30 esperados. El resultado no mostró problemas de seguridad. De los 9 pacientes que evaluamos, encontramos 1 paciente con una respuesta temporal, los otros 8 tuvieron una progresión en su cáncer. Nuestro próximo paso es hacer un estudio expandido con todas las hierbas y un número mayor de pacientes. Esto probablemente tendrá que hacerse fuera de EE. UU.
Música
Un sector de la música instrumental y vocal moderna ha recibido genéricamente el apelativo de música New Age. Entre sus representantes más destacados cabe mencionar, entre otros, a Enya, que ganó un premio Grammy, y Medwyn Goodall, que confía principalmente en efectos de teclado electrónico, e incluye la guitarra acústica. Otros compositores conocidos que suelen relacionarse con este tipo de música son Andreas Vollenweider, Kitarō, Vangelis, Enigma Era, Eloy Fritsch, o los grupos Popol Vuh, Cocteau Twins, Tangerine Dream y Angels of Venice. Aunque a veces se identifica a los músicos y composiciones New Age con los postulados espirituales de la Nueva Era, muchos de estos artistas prefieren ser valorados exclusivamente por su música y evitan identificarse con esta corriente de pensamiento.
Este estilo musical tiene sus raíces en la década de 1970s en los trabajos grupales del jazz de forma libre que grababa con el sello ECM como Oregon, el Paul Winter Consort, y otras bandas, así como artistas como Brian Eno que experimentaban con la llamada música de ambiente y recurrían a la mezcla de sonidos naturales e instrumentales en sus composiciones.
La música llamada New Age suele expresar aprecio por la bondad y la belleza y una visión pacífica de un mundo mejor. Frecuentemente la música es 'celestial', cuando el título habla de las estrellas o las exploraciones en el espacio profundo, o evoca escenas paisajísticas, generalmente de carácter bucólico. Algunas de las obras musicales definidas como New Age son utilizadas por seguidores de la Nueva Era y de otras corrientes de pensamiento para alcanzar estados de tranquilidad o meditación. En otros ámbitos se suele recurrir a estas composiciones como música de fondo e incluso en anuncios publicitarios.
Estilo de vida
La siguiente descripción subjetiva del estilo de vida Nueva Era ilumina la dimensión sociológica del movimiento. Adviértanse las referencias a la "interconectividad" de todas las cosas: "...las personas sienten de alguna manera, misteriosamente, que se han encontrado anteriormente o que se conocen de un tiempo lejano..." y un objetivo cósmico implícito "...dos personas encuentran que debe haber un sentido oculto, una razón por la que...". Más que confianza en las formas sociales, como la asistencia social a la iglesia, los neoeristas se "reconocen" por la percepción mutua de sus valores compartidos, y los términos y usos de la Nueva Era:
El estilo de vida Nueva Era puede ser observado en cualquier lugar donde se reúna, congregue o visite la gente. Para un observador externo, el resultado lleno de eventos de estos encuentros difiere de otros encuentros similares de los que puede haber tenido anteriormente, ya que algo cambia. Algo chasca en el comportamiento de la gente que les hace intercambiar información, más frecuentemente con alguien que consigue más del evento de lo que fue individualmente puesto en el mismo. Esto ocurre frecuentemente en los estilos de vida propios de los seguidores de la Nueva Era, se ha convertido tan común, que uno pensaría que la Nueva Era ha dejado una marca en la corriente principal! Con anterioridad al estilo de vida de la Nueva Era, sin fanfarria, cambió la sociedad occidental, el resultado de la interacción fue: alguien gana y otro pierde. La Nueva Era introdujo un estilo de pensamiento tanque de interacción social, que resultó en una sinergia -- todo lo que implica un evento significativo se muestra con más claridad, y más enfocado que antes.
Una conversación típica puede comenzar en grupos o en parejas, donde el tema implica visiones interiores, verdades profundamente mantenidas, o incluso revelaciones, de un origen conocido o desconocido. El resultado de esta interrelación puede enlazar a las personas implicadas que comparte visiones similares. Pueden ocurrir sensaciones de déjà vu, con personas que sienten de alguna forma, misteriosamente, que se han encontrado previamente, que se han visto antes o que conocen al otro de un tiempo distante en la historia.
Comprando en una tienda que distribuye suplementos herbales, dos personas pueden encontrar y sentir que puede haber un sentido oculto, o razón por la que acaban de comprar té ginseng en ese particular momento, en ese particular lugar y al mismo tiempo. Más que pasar por alto el acontecimiento, remitiéndolo como una mera coincidencia, hablan, más frecuentemente sobre ellos mismos al otro, e interaccionan, un comportamiento clave en este estilo de vida.
Ocultismo saneado
Algunos conceptos de la Nueva Era promueven una visión nueva y saneada del ocultismo. En la mente de muchos adeptos al movimiento, el satanismo ya no está vinculado a las ciencias ocultas. Cierta escritora publicó lo siguiente en la revista Free Inquiry: “Cada vez más personas practican la brujería, y ninguna de ellas tiene creencias que se relacionen con el satanismo”.
Una encuesta reciente efectuada en Alemania indicó que en ese país había 10.000 brujas activas. Hasta a los niños se les está atrayendo sutilmente al ocultismo. El libro alemán Der Griff nach unseren Kindern (El control de nuestros hijos) explica que por medio de “los casetes de cuentos infantiles, los niños se están acostumbrando a una nueva imagen de la bruja, la de una mujer normal que utiliza la magia para fines buenos”. El libro añade: “Así se atrae la atención incluso de niños pequeños a un proceder relacionado con la Nueva Era que puede conducirlos a lo sobrenatural”.
Shirley MacLaine promueve en sus libros la idea de que las ciencias ocultas no son más que un conocimiento escondido, y que el hecho de que esté velado no significa que no sea cierto. Esta filosofía ha persuadido a un sinfín de personas a participar en prácticas espiritistas, como la adivinación, la astrología, la telepatía y la comunicación con los espíritus. A las que hablan con espíritus se las ha conocido por miles de años como médium espiritistas. No obstante, los adeptos a la Nueva Era llaman a esta práctica canalización. Su teoría consiste en que los espíritus de los muertos escogen a ciertas personas para ser sus canales de comunicación con la humanidad.
Estos pretendidos canales humanos pueden entrar en trance a voluntad y pronunciar o escribir mensajes de “iluminación” que supuestamente proceden de los muertos o de seres extraterrestres. A los espíritus de los muertos se les considera maestros iluminados que están a la espera del momento apropiado para reencarnarse. Mientras tanto, dicen que guían a la humanidad hacia una nueva era.
Muchos partidarios de este movimiento se reúnen con regularidad para escuchar lo que estos supuestos maestros tienen que decir a través de sus canales. Y los creyentes disponen de una gran variedad de espíritus a los que consultar. Entre los que se dice que hablan hoy día están los espíritus de John Lennon y Elvis Presley, extraterrestres con nombres como Attarro y Rakorczy y el de un guerrero de la mítica Atlántida que vivió hace treinta y cinco mil años llamado Ramth